Si ya se conoce la mayoría de las características del signo solar, es posible que se quiera conocer algunas cosas sobre la influencia de la Luna en nuestra personalidad, y reacciones ante diferentes situaciones e individuos. Actuar de acuerdo con las fases lunares implica un mejor conocimiento de sí mismo, y tomar consciencia sobre cuáles son las decisiones más pertinentes para cada momento y situación.

Las Fases Lunares

La Luna tarda casi un mes en dar la vuelta entera a la Tierra. Su trayectoria esta subdividida en cuatro ciclos o fases, cada uno de ellos dura aproximadamente una semana.

Luna Nueva

El inicio del ciclo coincide con el momento en el que el Sol y la Luna están alineados. Esta fase que se llama Luna Nueva, indica un momento favorable para poner en marcha iniciativas, o iniciar un nuevo capitulo de nuestra existencia.

Después de este momento, y tras haber quedado en penumbra, la Luna se expone a los rayos solares. Día tras día va aumentando su luminosidad, lo que se ve como un símbolo de nacimiento o crecimiento. Los días después de Luna Nueva, son favorables para cambiar de residencia, empezar un negocio, o ir a contactar con una nueva posible cita amorosa.

Cuarto Creciente

Siete días después de la Luna Nueva, cuando el Sol y la Luna están a una distancia angular de 90º, comienza el Cuarto Creciente. Este es el segundo ciclo de la Luna, intermedia entre Luna Nueva y Llena, y es favorable para colocar fuerza y vitalidad en iniciativas y proyectos que ya se han iniciado. En estos momentos, da fruto el trabajo del pasado. Los que deseen progresar en su carrera o llevar adelante una relación amorosa, pueden aprovechar este momento para hacerlo con la energía de la Luna a su favor.

Luna Llena

Unos catorce días después del inicio de su camino estelar, la Luna llega a su plenitud, y todos alcanzamos el momento más intenso en nuestras facultades emocionales y mentales. Ella nos invita a ser más espontáneos e intuitivos, aunque no hay que olvidar la racionalidad y la ponderación, cosa que puede ocurrir porque el ánimo se exalta, y podríamos no pensar con claridad.

Cuarto Menguante

La tercera parte de las fases lunares es la que va desde Luna Llena a Cuarto Menguante. Después de llegar a su apogeo, la Luna empieza a hacerse menos visible y a ser aparentemente más pequeña. Es el momento adecuado para realizar ligeros ajustes en nuestras vidas y quitar obstáculos que se hayan colocado en medio. No es un ciclo propicio para crecer. La menor luminosidad de nuestro satélite manifiesta una disminución de la energía y bastante languidez. Lo más adecuado es aprovechar su vibración para cerrar capítulos y situaciones de la mejor manera posible.

Luna Negra

La última parte del ciclo comienza con Cuarto Menguante y termina en el punto inicial el que empezó, la Luna Nueva. Hay quienes la llaman Luna Negra, ya que la parte que podemos ver desde la Tierra se queda a oscuras. Es un periodo con potencial, adecuado para toda clase de curas y reparaciones, el momento ideal para eliminar malos hábitos, superar problemas corporales, poner orden en el hogar, o deshacerse de todo lo superfluo o que nos lastra.

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