Cualquiera que esté familiarizado con la Astrología, conocerá que el ascendente es, usualmente, más evidente que el signo, en el comportamiento de la persona, y en su manera de relacionarse con los demás.
Ascendente y Descendente
Pero en la carta natal todo tiene su opuesto, que es a su vez su otra mitad y su antítesis, muchas veces inconsciente y proyectada.
El descendente, que se encuentra a la derecha de la carta astral, es el punto opuesto del horizonte, contrario y complementario a la vez del ascendente.
En la astrología clásica, se llama a este punto, la cúspide de la casa del matrimonio, e indica las cualidades que el individuo busca en su pareja, como complemento a las capacidades de su naturaleza. Normalmente pertenecen a la “pareja interior”, pero a menudo se encarnan en la persona que se elige como compañero sentimental.
Ambos polos deben ser integrados, pero esa unión es a menudo difícil de realizar ya que se trata de maneras de ser, y ver el mundo, diferentes.
Vamos a ver las seis polaridades que se establecen en las cartas astrales:
– El individuo creativo, decidido y centrado en sí (Aries), procura tomar consciencia de los demás y cultivar su capacidad de colaborar objetivamente con ellos en sus relaciones (Libra); la persona racional y razonable, hábil para la cooperación y el compromiso (Libra), intenta desarrollar su habilidad para la iniciativa, la autoafirmación y la independencia (Aries).
– El sujeto realista y terrenal, que acepta como prueba los datos de sus sentidos, y construye la estabilidad mediante la simplicidad de sus valores (Tauro), busca la vivencia del mundo sutil del sentimiento, que le de la oportunidad de penetrar bajo la superficie de las cosas, y comprender la motivación inconsciente (Escorpio); la persona nerviosa y emocional, capaz de ver profundamente, y preso de las complejidades sentimentales (Escorpio), busca la paz y la estabilidad derivadas de una relación realista con el mundo, simplificando los valores (Tauro).
– El individuo inquisitivo, intelectualmente afinado, a quien le gusta reconocer hechos y diferenciar la información categorizándola (Géminis), procura entender las relaciones y asociaciones intuitivas entre los sucesos, que puedan relacionarlos en una unidad de significado (Sagitario). La persona intuitiva y de mentalidad amplia, con un sentido global de la pauta de la vida (Sagitario), trata de entender las ideas y los hechos específicos que le permitan comunicar su visión en términos que los demás puedan entender (Géminis).
– El sujeto sensible, fluido, interesado, instintivo y orientado hacia el sentimiento, que fácilmente se deja influir por otros, y que en gran medida vive a través de ellos (Cáncer), va en busca de la estructura, el automantenimiento, y la automotivación que son fruto del propio esfuerzo (Capricornio); el individuo disciplinado, que haya en su voluntad su motivación, y que es capaz de controlar el medio, controlando la energía (Capricornio), va tras el calor y la seguridad de las relaciones humanas, y del intercambio de emociones íntimas (Cáncer).
– El ser humano creativo, empeñado en cultivar su propia singularidad y su potencia creativa (Leo), intenta tomar consciencia de la familia humana de la que forma parte, para, inspirándose, poder ofrecer sus dones creativos a los otros, con una comprensión objetiva de su valor (Acuario), el sujeto que se siente parte del grupo, y consciente de la importancia de las necesidades de quienes lo rodean (Acuario), procura cultivar el sentimiento de su propio valor, y su creatividad, para poder ofrecer algo propio (Leo).
– La persona refinada, con mucho discernimiento, amante de las obras manuales y pragmáticas, motivada por la búsqueda de la verdad, la pureza y el refinamiento de sí mismo (Virgo), busca la simpatía, la compasión y el sentimiento de unidad, que le den oportunidades de servir a los otros por amor y no solo por deber (Piscis); el individuo que es compasivo y comprensivo, con una gran imaginación, perceptivo y sensible a las necesidades de los demás, que tiene una fuente de ideas creativas (Piscis), intenta cultivar la disciplina, la habilidad y el discernimiento que le permitan ofrecer su servicio de manera práctica y verdaderamente útil (Virgo).