EL NIÑO VIRGO

Un rasgo muy característico pocas veces advertido en el niño Virgo es su capacidad para la mímica. A los pocos meses empezará a imitar a cuantos le rodean, destacando sus gestos más característicos. Será vivaz y activo y, al mismo tiempo, más pacífico y tranquilo que otros niños; una contradicción que presagia su personalidad futura, alternativamente sedante e irritante. Ya desde muy pequeño muestran tendencia a la pulcritud y cumplen de buena gana sus tareas.

Tu hijo Virgo puede mostrarse vergonzoso y callado cuando hay mucha gente, pero en familia y con sus amigos os sorprenderá a todos por su buen juicio y su increíble capacidad para observar los detalles. El niño Virgo será un buen crítico de los demás. Sabrá ver los defectos y las virtudes de cuantos le rodean, pero igual le ocurrirá consigo mismo. Este es el foco de su timidez; tiene una mente tan clara que ve los problemas antes de que aparezcan y, en ocasiones, no se siente capaz de combatir con compañeros más agresivos, aunque en su fuero interno acaricie la idea de que él tiene la solución del problema que todos discuten.

Deberás cuidar sus emociones e incentivar y alimentar su fantasía. El niño Virgo nunca será un iluso, tiene los pies fuertemente apegados a la tierra, pero habrá veces que su espíritu racional eche de menos los sueños, los imposibles.

En el trato con el sexo contrario deberás ayudarlo en los primeros momentos en que se manifieste su atención. Al niño Virgo le costará mucho ser afectivo; tiene miedo a demostrar sus sentimientos, sobre todo por temor (muchas veces injustificado) al rechazo. Pero no es bueno inmiscuirse excesivamente en su mundo. Déjale una puerta abierta para que pueda pedirte que le aconsejes, sé accesible e intenta que exteriorice o que sienta cuando lo veas preocupado, pero sin presionarle.

En lo que respecta a su carrera futura, manifestará la misma responsabilidad, dedicación y cuidado del detalle que cuando realiza sus deberes escolares, en los que muchas veces te habrá dejado impresionada por su meticulosidad casi obsesiva y su espíritu perfeccionista.

Los deportes rudos no le llamarán demasiado la atención, los suyos son los de habilidad y rapidez de reflejos, como la esgrima o el tenis. También destacará en los juegos mentales. Tendrá una gran facilidad para el ajedrez y resolverá con avidez los crucigramas. En otro sentido, el niño Virgo será de hábitos muy precisos y se quejará si tocan sus cosas o invaden su intimidad. Hace ciertas cosas en ciertos momentos y si su horario personal se ve alterado, tu hijo se alterará también.