CARTA DE AMOR A GÉMINIS

Disfruta de este texto lírico que se convierte en una carta de amor a Géminis.

GÉMINIS

Una tras otra tus ideas estimulan mis sueños, dan aire a mi fuego, agua a mi tierra. Hoy crees que sí, mañana tal vez, ¿dónde está el futuro? Cantan los que oyen su corazón y tú preguntas: ¿dónde está lo maravilloso que creí ver, que casi toqué, que acarició mi mejilla en una noche de verano, cuando todo estaba dentro?. Ir detrás de la aurora es para ti un motivo de alegría, en la que buscas no saber muchas cosas que te duelen, como el paso del tiempo, la pérdida, el que sea imposible trasladar a otro el por qué de tus risas, el sabor de un te quiero, el dolor de la duda, el equilibrio perfecto.

Tu brillante luz rebota en un cristal sonoro, en el que estás también, pero de otro modo. A veces lo cuentas todo con mil palabras que son para mis oídos como el rocío para las flores, sabiendo dar a cada concepto un sabor, un color y un olor. Otras veces te sumes en un silencio de hielo en el que flotan nubes hechas de flores y pensamientos.

Buscas antes que nada un juego, que te haga ver que la vida no tiene mirada de hiena, que te haga pensar que el rigor no está multiplicado por dos, que lo maravilloso te espera detrás de la próxima estrella. Cuando me mires, observa, párate un poco, el tiempo necesario para que me suba a tu carro de nubes. Te pido que te flexiones un poco cuando reflexiones, que no siempre cuentes al revés. Tal vez te encuentres lejos cuando te hablo pero si sigues más y mas allá, llegarás donde empezaste y nos veremos de nuevo.

Te veo diciéndole hola a la ola, riéndote con un río que puede ser tu rival, también puede ser tu compañero, ¡depende de cuantas veces mires al cielo!. Quiero estar contigo cuando encuentres dos amaneceres en un día, cuando bebas rayos de sol, cuando la luz y la sombra que viven en ti se conviertan en un solo cauce y bebas añejo vino bajo los sauces.

Sé que a veces te preguntas ¿dónde está aquello que perdí?, ¿tu ilusión candente, tu luz viva, tu esperanza color esmeralda? y la buscas en mí, pero tal vez yo no pueda llenar todo el espacio que hay entre ti y el infinito, pero sé dónde la puedes hallar: entre los dos hay una puerta de oro que custodian nuestros corazones, que te hará encontrar aquello que anhelabas desde antes de nacer. Déjame decirte que hacia ti me llevan tus brillantes pensamientos, tu corazón alado y tu aire que llena mi boca.