SIGNO ESCORPIO

Características del signo

Son todos los nacidos del 23 de octubre al 22 de noviembre. Su piedra preciosa es el rubí, su color el rojo, la carta del tarot asociada «La Muerte» y su regente el planeta Plutón. Lo que primero llama la atención de los Escorpio es su mirada. Ellos miran y ven, perciben las emociones, intenciones y forma de ser de los demás, con sus ojos penetrantes e hipnóticos. Escorpio desafía a los que acaba de conocer con esta mirada fija y espera a que aparte el otro la suya. Es una identificación infalible de su personalidad plutoniana. Los ojos de Escorpio se clavan profundamente, despiadadamente, como si atravesaran el alma.

Al escucharle hablar, normalmente de forma lenta y mesurada, uno intuye un poder oculto. Además lo que dice nunca quedará en la penumbra o pasará desapercibido. Él o ella nativos de Escorpio saben lo que es y saben lo que no es y su conocimiento no cambiará por lo que los demás crean. Los insultos le resbalan y los halagos no le mueven ni un centímetro. Por más tranquilo y controlado que aparente estar, dentro de sí Escorpio disimula una enorme fuerza vital, que no puede ocultar por completo. Sin embargo, su dominio de la personalidad es envidiable. Por más que se hayan removido sus emociones, raramente aparecen reflejadas en el rostro impasible e inmóvil de Escorpio.

Su carácter y comportamiento

Son personas que cultivan orgullosamente una expresión vacía, ya que les gusta saber de los demás, pero no que sepan de ellos. Normalmente esconden sus sentimientos profundamente, en el interior de sí mismos. Si se le pide su opinión sobre algo hay que estar preparado para lo que él o ella consideran como verdadero, sin ninguna diplomacia ni sutileza. A veces hacen sus comentarios de forma cruel o brutal en el peor de los casos, sobre todo cuando se encolerizan o pueden mostrar una frialdad desoladora.

A Escorpio le preocupa y le interesa el poder y el conocimiento. Sitúan a los demás en una escala y buscan a alguien que sea realmente digno de aprecio y admiración. Si lo encuentran, son capaces de cualquier sacrificio, de soportar cualquier dolor. Las profesiones que más van con su naturaleza son las que tienen que ver con la utilización del poder, como políticos o empresarios y con la investigación, ya que desde pequeños aprenden a buscar y escudriñar, lo que les hace buenos psicólogos y detectives.

Los temas que le interesan son profundos. Les gusta hablar de Filosofía, de religión, de sexualidad, de medicina y de la muerte. Esta última, vista como transformación, la vive Escorpio de una manera cercana, casi convive con ella. Y es que de alguna forma le acompaña durante toda su vida un sentimiento de cambio profundo y, muchas veces, le ocurrirá como al mitológico Ave Fenix, que resurgirá de sus cenizas. Elevándose sobre su instintos, sabrá utilizar el gran poder que le ha dado la vida para las causas más nobles. Y es que si Escorpio quiere algo ya no es un sueño y está en el camino de conseguirlo.

LA MUJER ESCORPIO

Cómo reconocerla

A menudo seductora, la mirada de una mujer Escorpio es el primer rasgo característico de esta personalidad magnética. Su hablar pausado va acompañado por unos ojos escrutadores que aparentan tranquilidad. La mayoría tienen un físico poderoso, con facciones fuertes y decididas. Su nariz prominente, a veces aguileña, le imprime carácter. Raras veces le traicionará un rubor, un gesto o una mueca. Las sonrisas son raras pero auténticas. El cuerpo sigue las mimas órdenes que el rostro: no es fácil ver sobresaltos, tics o movimientos nerviosos; son personas a quienes la confusión no encoge ni el orgullo hincha.

En la salud de Escorpio hay mucho de psicosomático; pueden caer enfermas sin causa aparente por acceso depresivo, así como recuperarse de una enfermedad con sólo desearlo con fuerza. Las partes más sensibles ante las infecciones y accidentes son los órganos reproductores, la nariz, la garganta, el corazón, la columna vertebral y espalda, el sistema circulatorio, las piernas y los tobillos. A veces son frecuentes las hemorragias nasales crónicas o, por un motivo u otro, necesitan intervenciones quirúrgicas en la nariz. Los accidentes deportivos también son frecuentes, sobre todo por el placer que le produce correr riesgos, la fascinación por el peligro.