EL NIÑO SAGITARIO

Los niños Sagitario caen al mundo con una consigna: no tomárselo demasiado en serio. Su temperamento será fuerte y su carácter alegre, juvenil y despreocupado desde los primeros días hasta el final de su vida. De todas formas, el niño Sagitario no crece jamás. Buscando la camaradería, el entusiasmo y la aventura transcurrirá su vida.

Son niños que necesitan desesperadamente ser amados por su sinceridad, aunque en ocasiones esta franqueza provoque justo lo contrario. Debes tener precaución al preguntarle a un niño Sagitario cualquier cosa delante de desconocidos pues puede ponerte en más de un aprieto. De todas formas preguntará él, desde antes de tomarse el desayuno hasta que caiga rendido por el cansancio, ya que lo de una hora fija para irse a dormir no está hecho para este tipo de niños.

¿Por qué no debo tocar la estufa?, ¿por qué los caramelos estropean los dientes?, ¿a dónde fue la cigüeña después de dejarme en casa?, ¿fue a recoger al nuevo hermanito que papá dijo que vendría?, ¿y por qué te guiñó un ojo?, ¿por qué dijiste que el primo Juan entró en el cine de gorra, si yo le vi y no llevaba nada en la cabeza?. La mayoría de las preguntas de un niño Sagitario van dedicadas a desenmascarar la hipocresía adulta, cuando no a la mala fe lisa y llana.

Más tarde, cuando el pequeño Sagitario se haga mayor las preguntas serán: ¿por qué tengo que regresar a una hora determinada si tú dices que tienes confianza en mí?, ¿por qué te preocupa lo que piense la gente?, ¿es que la gente te importa más que yo?. Procura practicar las respuestas adecuadas, antes de que llegue el día en que tengas que contestarlas.

Por otro lado, su necesidad de libertad es tan grande que es muy probable que el niño Sagitario abandone precozmente el hogar. Sin embargo, si él ha crecido en un clima de seguridad y de afecto, en el que no se han cortado las alas de la curiosidad y el entusiasmo, con una disciplina demasiado rígida o autoritaria, volverá para levantarte el espíritu y contarte sus aventuras.

Prepárate para que el romance aparezca desde muy pronto por su rizada cabeza. El niño Sagitario tendrá mil y una conquistas, muchas amistades que te inundarán la casa y algunas decepciones. Por encima de todo deberás creer en él y hacerle ver con claridad que piensas que es capaz de conseguir todo lo que se proponga. Podrás incentivarlo con el desafío, pero no utilices demasiadas tretas; las olerá a un kilómetro de distancia y pensará que quieres utilizarlo. Su respuesta será agresiva entonces y perderá la confianza en ti.

Recuerda que el niño Sagitario es un idealista que a veces confunde la perfección con los sueños. Lleva los ojos confiadamente puestos en las estrellas y puede ser que sufra unos cuantos tropezones por el camino, a fuerza de no ver las rocas que se interponen en su trayecto. Su corazón joven y optimista le ayudará a encontrar el camino.